El turismo en Jaén tropieza en julio: caída generalizada de la ocupación y hasta un 30% menos de servicios contratados

Un verano con menos visitantes: ¿Qué está pasando en la provincia?

¿Dónde están los turistas que otros años llenaban alojamientos rurales, campings y visitas guiadas? ¿Es este descenso puntual o el síntoma de un problema estructural en el modelo turístico de la provincia? La ocupación hotelera en Jaén durante el mes de julio se ha quedado en un discreto 49,3%, según los datos publicados por la Asociación TurJaén. Y no solo eso: la contratación de actividades de turismo activo y servicios culturales se ha desplomado hasta un 30% en algunos casos.

Este dato representa 2,8 puntos menos que el mismo mes de 2024, lo que obliga a preguntarse:
¿Estamos cuidando suficientemente nuestro turismo o nos estamos quedando atrás respecto a otras provincias andaluzas?


Las joyas de la provincia aguantan… pero también caen

El Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, insignia del turismo natural jiennense, ha liderado este julio con una ocupación del 60,46%, seguido por Jaén capital con un 59,21% y Sierra Mágina con 56,43%. Sin embargo, incluso estos referentes han experimentado descensos notables respecto al año anterior:

  • 🟠 Cazorla baja 3,04 puntos.
  • 🟠 Jaén capital pierde 1,31 puntos.
  • 🟠 Úbeda y Baeza caen 2,19 puntos, situándose en un modesto 43,87% de ocupación.

Otros territorios muestran cifras aún más preocupantes:

  • Parque Natural de Despeñaperros: 42,23%.
  • Sierra de Andújar: 38,40%.
  • Sierra Sur: 38,24%, aunque Alcalá la Real destaca con un esperanzador 50,86%.

La caída es generalizada y empieza a generar dudas entre los empresarios turísticos. ¿Puede Jaén competir realmente con otras provincias que están apostando fuerte por el turismo experiencial, digitalizado y accesible?


El turismo activo, el más damnificado

Más allá de las camas ocupadas, el sector que más está sufriendo es el de los servicios turísticos complementarios. Según TurJaén, la contratación de actividades de turismo activo, visitas culturales, rutas guiadas y ocio organizado ha caído un 20%, y en algunos casos hasta un 30%.

Un dato devastador para pequeñas empresas que sostienen buena parte del empleo en zonas rurales y parques naturales.

¿Falta promoción? ¿Precios poco competitivos? ¿Una oferta poco renovada?

El diagnóstico no está del todo claro, pero la sensación general es que el turismo necesita algo más que dormir: necesita vivir experiencias, y ahí parece que Jaén no está sabiendo actualizar su propuesta.


¿Agosto será la tabla de salvación?

A pesar del mal julio, TurJaén mantiene la esperanza puesta en el mes de agosto, donde estiman que se podría superar el 53% de ocupación provincial. La previsión también contempla una ligera recuperación en la contratación de actividades, gracias a puentes festivos, visitantes nacionales de última hora y alguna campaña promocional en marcha.

Pero la pregunta se impone:
¿Es suficiente un agosto aceptable para salvar una campaña de verano que ha comenzado con claros síntomas de fatiga?


¿Y si el problema no es puntual, sino estructural?

Este bajón no es solo meteorológico. Muchos empresarios del sector llevan tiempo alertando de un modelo turístico demasiado dependiente del visitante nacional, poco digitalizado, y con una oferta que no siempre se adapta a las nuevas demandas.

👉 Jaén necesita replantearse su estrategia turística:

  • Más conexión entre recursos naturales y culturales.
  • Mejora de infraestructuras.
  • Profesionalización del sector y marketing moderno.
  • Inversión en experiencias, no solo en alojamientos.

Porque si seguimos vendiendo el mismo producto de hace diez años, ¿cómo vamos a competir con provincias que ya apuestan por el ecoturismo, la realidad aumentada o las rutas temáticas con valor añadido?


¿Oportunidad de cambio o señal de alarma?

Lo que está ocurriendo este verano en Jaén es más que una bajada de reservas: es un aviso. Si no se hace una lectura estratégica del problema, el turismo —uno de los motores silenciosos de la economía provincial— podría entrar en una etapa de estancamiento difícil de revertir.

Y es ahora, en este agosto decisivo, cuando se juega mucho más que cifras: la confianza del sector, la capacidad de reinventarse… y el lugar de Jaén en el mapa turístico andaluz.

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