El tranvía vuelve a prometerse “para invierno”… tras 14 años de abandono y millones enterrados

¿Será esta vez la definitiva?

Una nueva licitación. Una nueva promesa. Y una nueva fecha. Ahora, la Junta de Andalucía anuncia que el tranvía de Jaén podría comenzar a funcionar “el próximo invierno”, tras autorizar el Consejo de Gobierno un contrato por casi 18 millones de euros destinado a su operación durante los próximos cuatro años, con posibilidad de prórroga.

Pero, ¿cuántas veces hemos escuchado esto desde 2011? ¿Por qué un proyecto ya construido sigue sin funcionar más de una década después? ¿Qué confianza puede tener el ciudadano cuando todas las administraciones han fallado una y otra vez?


Un contrato millonario para “arrancar” por fin

Este nuevo contrato —el más voluminoso hasta ahora— abarca desde la conducción de tranvías, limpieza, atención al cliente, billetaje y seguridad, hasta la coordinación del mantenimiento, control del fraude y digitalización de procesos. Se divide en tres bloques operativos y se enmarca dentro del plan de activación total del sistema.

Forma parte de un conjunto de licitaciones iniciadas en los últimos meses, como la de señalización ferroviaria (3,2 millones de euros), gracias a una modificación presupuestaria aprobada en junio por 31,9 millones.

📍 Todo apunta a que solo quedan por realizar las pruebas de integración y la marcha en blanco. Es decir, si todo se cumple, el tranvía podría rodar este mismo invierno.

Pero con el historial de promesas rotas… ¿quién se atreve ya a creerlo?


Cronología del abandono: 14 años de parálisis y promesas incumplidas

El tranvía de Jaén se ha convertido en símbolo del abandono institucional. Un proyecto que costó millones a las arcas públicas, que se terminó de construir y que nunca llegó a transportar un solo pasajero.

Aquí un breve repaso de su historia:

🕰️ 2009-2011: La Junta de Andalucía financia y construye el tranvía. Coste total estimado: más de 120 millones de euros.
🚋 Mayo de 2011: Se realiza un primer viaje inaugural en pruebas… pero nunca entra en funcionamiento.
🔌 2012-2017: Deterioro paulatino de la infraestructura. Vandalismo, obsolescencia técnica y falta total de mantenimiento.
📉 2018: Se propone su desmantelamiento. Algunos expertos lo califican de “muerto político”.
🤝 2021: Junta y Ayuntamiento firman un convenio. La Junta asumiría el 75% del déficit de explotación.
🔧 2022-2024: Inician trabajos de reacondicionamiento del sistema: material móvil, estaciones, catenarias, señalización…
📑 2025: Se anuncian licitaciones definitivas para mantenimiento y operación.
🧾 Agosto 2025: Contrato de 17,8 millones de euros aprobado para comenzar la operación. Fecha prevista: invierno de 2025-2026.


¿Y mientras tanto… quién se ha responsabilizado?

Aquí está una de las claves más silenciadas de este asunto. Ninguna administración, ni en manos del PSOE ni del PP, ha demostrado compromiso real con el tranvía de Jaén durante más de una década.

Gobiernos autonómicos de ambos colores políticos han ido posponiendo su entrada en servicio con excusas técnicas o presupuestarias.
Gobiernos municipales también han utilizado el proyecto como arma electoral, pero nunca lo convirtieron en prioridad real.
Ningún responsable ha rendido cuentas por el gasto millonario estéril, ni por el daño a la imagen de la ciudad.

Y aquí la pregunta de fondo que muchos jiennenses se hacen:
👉 ¿Quién va a pedir perdón por estos 14 años de derroche y desidia?
👉 ¿Cómo es posible que una infraestructura pública terminada se haya dejado pudrir durante más de una década?


Lo que se promete ahora… ¿es creíble?

El nuevo contrato incluye compromisos muy concretos:

✅ Puesta en servicio segura y eficiente.
✅ Coordinación con el sistema de mantenimiento técnico.
✅ Gestión de billetaje, atención ciudadana y oficinas de usuario.
✅ Campañas de sensibilización y control del fraude.

En total, cinco unidades móviles circularán por una línea de 4,7 kilómetros con 10 paradas, conectando zonas estratégicas de Jaén: hospitales, áreas industriales y barrios residenciales.

Pero más allá de lo técnico, el verdadero reto está en recuperar la credibilidad institucional. Porque los ciudadanos llevan escuchando promesas vacías desde 2011. Y hoy, aunque se firme un contrato, la verdadera pregunta sigue siendo:

¿Será esta vez de verdad… o solo el enésimo anuncio que se lleva el viento?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *